miércoles, 3 de noviembre de 2010

Un año más


Se supone que debería escribir algo profundo.
Hacer una pequeña reflexión sobre este año, acerca de las experiencias vividas y las lecciones aprendidas.
Por tradición, tendría que pedir un deseo.
Pero no voy a hacer nada de eso.
Hoy, simplemente, voy a cerrar los ojos y a susurrarme:

FELIZ CUMPLEAÑOS, BRUJITA.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Si es cuestión de confesar...


1-Soy muy sensible. Me emociono fácilmente, y con las cosas más tontas. Soy dolorosamente empática.
2-Adoro leer y escribir. No puedo entender una mente, una vida sin imaginación.
3-Soy muy dormilona. Puedo caer dormida varias veces al día, en cualquier momento y lugar.
4-Tengo tres grandes pasiones: mi novio, los libros, y el chocolate.
5-Tengo fobia a las arañas.
6-Soy introvertida, y desconfiada, pero cuando cojo confianza, me abro totalmente con la gente.
7-Soy una persona leal.
8-Soy un desastre. Mi habitación es un caos, y dejo las cosas para el último momento.
9-Tengo una memoria prodigiosa.
10-Nunca me maquillo.
11-No me gusta el calor, adoro el invierno y el otoño. Amo la lluvia, la niebla y el viento.
12-Muchas veces me han dicho que soy una persona poco común.
13-Me encanta soñar. Vivo todo el día en una nube.
14-Nunca me he mordido las uñas.
15-Dibujo flores en todos los lados. Mi casa, mis apuntes, mis diarios...están llenos de flores por todos lados. Supongo que las dibujo continuamente porque es lo único que se dibujar.
16-A veces hablo sola. Me encanta tener conversaciones conmigo misma.
17. No soporto los tacones. Siempre suelo ir con deportivas.
18-Vivo rodeada de peluches y de brujas.
19-Soy una chica de letras, no de ciencias. Adoro la historia, la literatura y el arte. Las matemáticas siempre fueron mis archienemigas.
20-Cuando me independice, quiero vivir rodeada de animales.
21-Soy terriblemente torpe. De cada tres pasos que doy, en dos me tropiezo. Es aconsejable impedir que mis manos toquen nada de valor.
22-Soy tranquila y reflexiva. Y odio los gritos.
23-Necesito estar mirando continuamente el reloj. Calculo siempre el tiempo que invertiré en hacer cualquier actividad de la vida diaria.
24. Siempre me estoy frotando las manos, como si planeara algo malvado.
25. Pongo el despertador unos quince minutos antes de mi hora de levantarme, solo por el placer de saber que aún me queda otro rato en la cama.
26. Mis colores favoritos son el negro y el morado oscuro.
27. Soy un fracaso para bailar. No me gusta, y como decían en cierta peli “la música me mueve, pero me mueve mal”
28. No puedo ir sin móvil. El día que se me olvida por cualquier circunstancia, me siento desnuda.

29. Confieso que canto en la ducha. :P
30. Soy una persona solitaria. Me gusta rodearme de poquita gente, y deben ser personas muy cercanas a mí.
31. No soporto estar en cualquier habitación con la puerta abierta. Me pone nerviosa. Lo mismo me sucede con las puertas de los armarios.
32. No me gusta el oro, me resulta irritante. La plata, sin embargo, me relaja.
33. No llevo joyas ni demás adornos. Únicamente, un anillo que me regaló mi novio el día que empezamos a salir (lo llevo de una cadena al cuello), y, en ocasiones, una pulsera de bolillos que me hizo mi abuela.
34. No bebo alcohol ni refrescos, solo agua, zumos y leche.
35. No fumo, y no comprendo a quien lo hace.
36. Me encantan los tatuajes. Llevo una bruja tatuada en la espalda. También, un piercing en el ombligo.
37. Adoro a Leonardo Da Vinci.
38. No me gusta ver los huesos de las aceitunas sobre un mantel.
39. No digo tacos. No me gusta hablar de forma vulgar u obscena. Lo más fuerte que me oiréis decir, es jolines: P
40. Mi elemento es el agua, el elemento de los sentimientos, las emociones. Además, soy Escorpio, signo de agua.
41. No me gusta la ciudad.
42. No soporto las mentiras, la hipocresía o las traiciones y engaños. En alguna ocasión me han dicho que soy ferozmente sincera.
43. Estoy enganchada a Los Sims.
44. Tengo miedo al abandono.
45. Me encanta inventar y utilizar mis propias palabras.
46. Me han tildado de rara, extraña, o excéntrica toda mi vida.
47. No me gusta que la gente lea mis textos, o lo que escribo…y menos en mi presencia. Me da vergüenza.
48. Llevo escribiendo diarios desde los ocho años.
49. He llegado a hablar cinco horas seguidas, sin parar, por teléfono.
50. Tengo migrañas, y utilizo gafas. En primavera, sufro alergia.

sábado, 11 de septiembre de 2010

La hija pródiga


Ideas.
Eso es lo que hay ahora mismo en mi cabeza.
Docenas de ideas, no cientos de ideas...¿qué digo? ¡Miles de ideas!
Ha vuelto. Se asoma tímida, con las mejillas encendidas. Creo que la da vergüenza haberme abandonado durante tanto tiempo.
Pero eso no importa. Se lo perdono. Si me promete que no me la va a volver a jugar, la perdono todo.
Y es que hay que entenderla. Es un poco ramera, y muy pija. Por eso cuesta tanto tenerla a tu lado.
Quizás debería mostrar un poco de orgullo y darle con la puerta en las narices. Renegar de ella.
Pero no puedo...lo he intententado muchas veces, he intentado darla la espalda, ignorarla, olvidarla...pero es imposible. Sabe que me tiene aquí, cual perrito abandonado, que espera bajo la lluvia a que regresen a por él.
Y esta vez, ella ha vuelto.
A la porra con la dignidad. Tiene las puertas de mi alma abiertas, como siempre ha sido.
Me despido por hoy. Tengo varios cuadernos cuyas páginas en blanco debo rellenar, un teclado que aporrear.
Hoy todo ha cambiado.
Y es que, por fin, la inspiración, ha vuelto.

domingo, 29 de agosto de 2010

Caer está permitido


No me siento feliz.
La Luna tiene también una cara oscura, necesaria para aprender, pero que imparte sus lecciones de forma severa e inesperada.
Hoy es una de esas noches en las que, se suponía que todo debería estar bien. En orden, en calma. Una noche en la que el placer de pensar en el trabajo duro y bien realizado me otorgara el merecido descanso.
Sin embargo, esta es una noche de verano muy fría. Más fría que cualquier noche de invierno.
Parece que hoy he olvidado las instrucciones que me dieron para no llorar. Sin ningún motivo, las cosas están del revés.
Y es que hace tiempo que sospecho que hay algo que no anda muy bien en mí. Y lo peor es que no sé qué es.
Sé que hay cosas que no he hecho bien, o que suceden por mi culpa. Pero también es cierto que no todo depende de mí, ciertos asuntos escapan de mi control, y es injusto que se me responsabilice de ellos.
Ojala los Dioses me manden la inspiración necesaria para darme cuenta de qué debo hacer, cómo he de solucionar las cosas. Y es que no sé qué más probar, todo he intentado, pero nada ha resultado.
Hoy es una noche de suspiros, de expresión indefinida, de falsas sonrisas, de lágrimas inmerecidas.
Me gustaría decir que he tirado la toalla, de esa forma podría abandonarme a la melancolía, tener la amarga satisfacción de que ya nada queda por hacer.
Sin embargo, yo no me doy por vencida, tengo el defecto de ser muy tozuda, y quizás es eso lo que me atormente…que pese a intentarlo con todas mis fuerzas nada consigo…y es que las caídas, son cada vez desde más alto.
Y es que no hay manera de que aprenda, que a veces, hay cosas que deben dejarse por imposibles.
Seguiré intentando salir del bache, con ácido optimismo, sabiendo que quedan aún muchos días de pesadumbre.
Sin embargo, me voy a permitir una noche de abandono. Hoy caeré, me permitiré llorar, e incluso desesperarme.
Y mañana, irremediablemente, volveré a levantarme, de nuevo empezaré a andar…a pesar de que sé lo que eso significa.

lunes, 23 de agosto de 2010

Cada tres cuadros....:(


Nunca pareciste feliz conmigo.
Nunca parecí ser de tu agrado, nunca hice nada bien.
Me pregunto qué error cometí, qué fue eso que hice tan mal.
No sé por qué te arruiné la vida de tal manera.
Lamento confesar que no estoy muy segura de qué pecado cometí, pero debió de ser muy grave para que me desprecies así desde el primer momento.
No diré que lamento no haber sido perfecta para ti, porque nadie es perfecto y mucho menos tú.
Porque quisiste que fuera sumisa, que aguantara todo cuanto me echaras encima.
Porque pese a tus maneras y tu forma de ser, yo tenía que ser fastuosa.
Porque querías que hiciera lo que tú decías, no lo que en realidad hacías.
Ah, qué fácil es pedir, sin ofrecer nada a cambio. La inexcusable hipocresía humana.
Porque exigías confianza cuando tú nunca confiaste en mí.
Porque pretendías obtener cariño inculcando miedo.
Porque nunca fuiste capaz de entender una lágrima, porque no eras capaz de dar un abrazo.
En vez de disfrutar de dulces cuentos infantiles, soportaba historias para no dormir.
No estuviste ahí en los momentos duros.
No me diste ningún consejo útil.
No hice nada que te hiciera sentir orgullosa.

Nunca comprendiste lo que para una niña significa la palabra soledad.
Pretendiste adiestrarme, en vez de educarme.
Y después de tantos años de doloroso rechazo, te preguntas qué has hecho mal.
Cómo puedo ser tan cruel contigo.
Cómo no se me cae la cara de vergüenza al recordarte, lo que para ti nunca sucedió.
A éstas alturas ya deberías saber que quien siembra vientos, recoge tempestades. Y tú llevas años sembrando auténticos huracanes.
Ésto es lo último que te digo. El último pensamiento que te dedico. La última reflexión, ya que desde hoy, no vas a tener la suficiente relevancia como para dedicarte ninguno de mis pensamientos, ninguna emoción, ningún sentimiento, ni siquiera, desprecio. Pues la rabia ha ido dando paso a la indiferencia.

No escucharé tus insultos; no miraré tus gestos de desprecio, no contestaré a estúpidas provocaciones.

No creo que vayas a lamentarlo, pues nunca te importó, pero si alguna vez, decides preguntarte por qué, recuerda, que hace muchos años que me perdiste, si es que en algún momento me tuviste.


Sé que algún día seré completamente libre.

sábado, 10 de julio de 2010

Deseo






Cuando pienso en ti, algo se estremece en mi interior.
Me llamas, con esa dulzura tan característica en ti.
Y por mucho que intente vencer la tentación, pese a que tape mis oídos y comience a tararear en alta voz, es imposible apagar tu llamada.
Voy en tu búsqueda, tú siempre me esperas, paciente, da igual el tiempo que tarde en encontrarte. Siempre estás ahí, esperando por mí.
Y sólo con verte, se despiertan mis más básicos instintos.
En todas las ocasiones deseo rozarte, disfrutar de tu suave contacto antes de pasar a mayores.
Lentamente, acerco mis labios a ti, disfrutando cada instante como si fuera el último.
Gozando al notar cómo vas derritiéndote en mi interior.
A veces eres dulce, otras tan amargo que me desconciertas.
Pero siempre, después de cada experiencia, quiero más. Y tú me lo das.
Eres el único que sabe lo que me gusta, cómo me gusta, y qué necesito en cada momento.
Anhelando nuestro próximo encuentro, deseando pecar, aunque sea, solo una vez más.
Siempre tuya….mi amado chocolate.

¿Qué os habías pensado, pillines??

viernes, 9 de julio de 2010

La Roja

Hay cosas que me resultan incomprensibles. No me gusta el fútbol. No creo que llegue a gustarme.
Respeto que la gente lo siga. Respeto que se alegren con las victorias de su equipo, en este caso, de su selección.
¿Pero quién me respeta a mí? ¿Acaso al resto del mundo no le han enseñado que la libertad propia termina donde empieza la de los demás?
“Yo soy español, español” Me parece perfecto. Bien por ti. Enhorabuena por tu patriotismo.
Yo también soy española, aunque a veces, lamento decirlo, me avergüenzo. Porque, según pasan los años, y voy dándome cuenta de las cosas, voy comprobando el nivel de tolerancia y educación, el gran nivel cultural que hay en este país.
Me pregunto… ¿comprenderían mis vecinos si la próxima Luna llena saliera a las tantas de la noche al balcón de mi casa, con una trompetilla de plástico, mientras grito “¡Feliz Luna de las bendiciones a todo el mundo!”?
¿Harían los municipales la vista gorda si, subida en el coche, comenzara a pitar por todas las calles de la ciudad? Creí tener entendido que pitar con el coche estaba prohibido, excepto para avisar a otros de un posible peligro. Entonces, ¿cómo es que el pasado Miércoles, la comisaría de Ávila no se llenó de energúmenos que no tenían nada mejor que hacer que tocar la bocina del coche?
Me los imagino:
-Tocan la bocina.
-Les hace gracia (“Uy, si esto suena jijiji”)
-Vuelven a tocar.
-Jijiji.
Y así indefinidamente.
Sin pensar en las familias que tienen a los niños pequeños llorando por el ruido, en la gente que se levanta a trabajar temprano, en los que tenemos dolores de cabeza constantes…
¿Qué importan los demás? España marcó gol, España ganó. ¬¬
La gente me suele mirar raro cuando digo que no me gusta el fútbol, que no apoyo “a la roja” y que ganan ellos, no yo.
“Ganamos todos” me dicen.
El día que un futbolista me ponga una casa en la montaña por haber ganado un partido, me lo creeré.
Y es que no me parece normal no poder dormir por culpa de un grupo de energúmenos. No entiendo que, por su estúpida euforia tenga que darme un ataque de migrañas. Que al día siguiente, en el telediario, en vez de comenzar las noticias con la crisis, el hambre en África, la mancha de petróleo del golfo de México, la guerra entre Palestinos e Israelíes, lo hagan con la victoria de la selección.
¿Perdón? Creí que había un espacio dedicado a los deportes en todos los informativos.
Así van las cosas. Parece ser que en el país en el que vivo, es más importante que Fulanito meta un gol, antes que el hecho de que la gente no tenga trabajo.
Qué triste de verdad.
El asunto es que no me enfado con ellos. Más bien me dan pena.
Pobres ilusos, pasarán unas horas de euforia y desvergüenza. Pero al día siguiente, los señores que marcan gol, serán algo más millonarios, y mientras, la afición, tendrá que seguir dejándose la piel para llegar a fin de mes.

domingo, 4 de julio de 2010

Sus ojos.


Sus ojos…esos ojos que parecen verlo todo, que me miran serenos, esos ojos que parecen estar llamándome…

En sus ojos me pierdo.

En sus ojos buceo en busca de amor.

En sus ojos encuentro todo aquello que necesito para sentirme completa, protegida, reconfortada.

Si me pierdo, me encuentran.

Si lloro, me calman.

Si río me acompañan.

Sus ojos…esa mirada intensa y cargada de deseo y de pasión, esa mirada que tan profundamente logra herirme, esa mirada que me hace sentir viva, esa mirada tan enamorada…

Esos ojos que guardan tantos secretos, y que me invitan a desvelar cada uno de ellos…

Sus ojos solo me miran a mí, sus miradas son solo mías.

Por su mirada vivo, por su mirada...moriría.

miércoles, 23 de junio de 2010

Verano.


Junio llega a su fin.
El Sol, comienza a asomar tímidamente sus rayos entre las nubes, repartiendo una exigua muestra de calor. Y es que se olvidó de dar cuerda a su reloj, llega con retraso.
Si he de ser sincera, no me gusta demasiado el calor.
Me pone dolor de cabeza.
En verano, huyo de los lugares soleados, de las playas abarrotadas (me gusta el mar, ojo, pero una cosa es una playa tranquila y otra cosa es un hervidero de personas sudando, gritando, y tostándose de calor), del buen tiempo.
Necesito sombra continua, jamás se me verá tumbada sobre una toalla, tostando mi piel. Por eso siempre estoy demasiado blanca.
Es como si en algún momento de nuestra vida, nos hubiéramos peleado, retirándonos la palabra el uno al otro.
Uno de los motivos que me hace recelar de ésta estación, es la gente. No me gustan las masas, ni las multitudes. Y en verano, vaya donde vaya, siempre hay aglomeraciones de gente: Domingueros por aquí, giris con bermudas por allá, happy family con perro incluido en esa otra zona, ah, y por supuesto los imprescindibles grupos de japoneses con cámara de fotos en mano.
Sin embargo, éste año he celebrado el Solsticio de verano, lo que me ha hecho replantearme alguna que otra cosa.
El verano forma parte de la rueda, que gira, gira y gira año tras año.
Es tan necesario como cualquier otra estación.
Es verdad que está lleno de cosas que me disgustan, como los mosquitos, las arañas, el melonero de mi pueblo, el asfixiante calor, la canción del verano, el mundial de fútbol, las multitudes, los ventiladores (me ponen enferma), más ataques de migrañas, o los análisis de sangre que me tengo que hacer anualmente.
Pero también tiene alguna cosa buena: los helados de chocolate, la ropa fina y ceñida, los paseos nocturnos, el canto de los grillos, las horas de relax, el tiempo libre que puedo emplear en hacer lo que quiera o, directamente, en no hacer nada y además sin sentir remordimientos, las flores, los melocotones y la sandía, llevar a los ingenuos a cazar gamusinos (jijij), y poder dormir hasta la hora que me de la gana.
Así que he pensado que este año intentaré disfrutar un poco más del dichoso verano.
No es que vaya a hacerme devota suya, sin embargo…creo que ha llegado el momento de hacer las paces con él.

domingo, 13 de junio de 2010

En calma


Hoy me siento tranquila, en paz.
Agradeciendo lo que tengo.
Esforzándome por lo que quiero.
Está a punto de terminar una pequeña parte de mi vida. Uno de los pequeños senderos que hay a lo largo de mi camino. Terminando un pequeño trecho que me acerca más a mi meta.
Después del agobio y el estrés, por fin toca relajarse.
Y es que, después de la tormenta, suele llegar la calma. Aunque no siempre, claro.

martes, 8 de junio de 2010

Quimera

“Es infinitamente más bello dejarse engañar diez veces que perder una vez la fe en la Humanidad.” (Heinz Zschokke)

Con ésta frase del cineasta alemán, quiero abrir hoy mi post.

Y es que, últimamente no me gusta lo que veo cuando miro a mi alrededor.
No es que yo haya sido siempre una chica que ve el mundo de color de rosa, pero cada vez me voy dando más y más cuenta de cómo son las personas.
No me gusta ver cómo hay madres, o padres, que desprecian a sus hijos/hijas por lo que son. Por no ser como ellos.
No me gusta saber que hay gente que ha tratado a su familia como sabandijas toda su vida, y ahora van de víctimas porque “es que nadie me comprende”.
No comprendo las personas que se aprovechan de la buena fe de otras.
No alcanzo a discernir el motivo de tanto odio (racial, cultural, político, religioso, étnico, ideológico) que hay por todos lados.
Estoy harta de la gente que cuenta chismes, rumores, o cotillea.
No me gusta que los prejuicios estén tan de moda.
Somos capaces de sacar lo peor de nosotros mismos a la más mínima, sin embargo, dar lo mejor nos cuesta incluso en los momentos más extremos.
¿Qué puedo decir de una raza que se deja llevar por el egoísmo y la arrogancia? ¿Que no es capaz de tener un detalle con otros, si no es por puro interés?
El ser humano es manipulador.
El ser humano es avaricioso.
El ser humano es autodestructivo.

Nos falta confianza. Confianza en los demás, confianza en nosotros mismos. Confianza en nuestra propia raza.
No somos amables, porque no creemos que los demás puedan ser amables con nosotros.
No nos volcamos con los demás porque siempre creeremos que nadie se volcará con nosotros.
Si pensamos que cuando alguien hace un favor por nosotros, lo está haciendo porque quiere algo a cambio, es, simplemente, porque nosotros mismos somos manipuladores.

No me voy a poner en plan hippie. Sé que los pueblos de la Tierra nunca se darán la mano y cantarán “Age of Aquarius” bajo un brillante arcoiris.
Hay que ser realista.
Pero creo que sí es posible que, cambiando nuestra conciencia, logremos cambiar nuestra sociedad. Mejorar un poquito la calidad de vida de los demás, y la nuestra también, por supuesto.
Dejar de pensar en los demás como nuestros enemigos, y verlos como iguales. Como personas con sus emociones, inquietudes, pasiones. Entender sus sentimientos como entendemos los propios.
Sería tan bonito levantarse una buena mañana, y que por un solo día, en las noticias hablaran de familias que se reencuentran, políticos que llegan a acuerdos por el bien de todos, científicos trabajando en búsqueda de vacunas a las enfermedades en vez de crear armas biológicas; no escuchar nada sobre asesinatos, robos, atentados…
Salir a la calle y comprobar que nadie grita, que nadie señala, ver gestos altruistas por doquier.
Y que al llegar a casa, las lágrimas sean de felicidad.
Sólo por un día.
Puedo parecer demasiado ingenua e idealista, y aunque no me dejo engañar, solo por un día, me gustaría poder volverme tonta y confiar ciegamente en todo el mundo.

martes, 1 de junio de 2010

Tantos Junios...


Junio.
Tan temido, pero a la vez tan deseado.
Recuerdo de niña, cuando llegaba Junio, el buen tiempo. Manga corta al cole, no había clase por las tardes, podía salir a jugar al parque, y lo mejor de todo, llegaba el verano. Tengamos en cuenta, que para una niña el verano significan VACACIONES.
Comer helados de chocolate, ir a bañarse al río, levantarse tarde, ver todos los dibujos que quería en la TV, jugar entre semana a la Game Boy (qué vicio con el Pokémon) y, en especial, poder acostarse tarde.
Acostarse tarde era formar parte de la Élite, te convertía en una especie de ser supremo. Pero me daba un poco de miedo pensar que estaba despierta a la hora en que las brujas salían a tomar el té y montar en escoba, los espíritus mecían suavemente las cortinas de la habitación, y todo tipo de seres se desperezaban y, arropados por la Luna llena, salían a realizar travesuras varias. Sí…la noche encarnaba ciertos peligros. Sobretodo para una niña con una imaginación desbordante.
Recuerdo las noches de Luna llena en la playa de Gandía. Pese a ir con mis padres, mis abuelos, o mis tíos, siempre me mantenía alerta, ojo avizor, por si alguna sombra inexplicable se acercaba a mí con intenciones, digámoslo así, feas.
Recuerdo una Luna naranja brillando sobre el mar. Su imagen me hizo estremecer. Les dije a mis tíos que me estaba empezando a salir una verruga muy fea y a cambiar la voz, les avisé de que en breve me transformaría en una bruja espeluznante (y posiblemente con tendencias caníbales). Mi tía me siguió el juego. Pero ella lo dramatizó más. Creo que esa noche no pude dormir.
Recuerdo las noches en la caravana de mis abuelos, en un pantano cercano a Ávila. Contarle a mi prima cuentos de miedo.
Sin embargo, unos ladrones desalmados, robaron la caravana de mis abuelos (algo que, por cierto, me resultó incomprensible “¿pero cómo la han hecho andar si no tenían las llaves?” a la vez que indignante: “Si quieren una caravana que se compren la suya” fueron mis palabras al enterarme de tan desafortunada noticia). Se acabó Gandía, se acabó el pantano, y las historias de miedo narradas bajo un manto de estrellas.

Durante la adolescencia, la llegada de Junio significaba las notas, clases de verano, e irme a mi pueblo con mi pandilla, tres meses, pasar todo el día por ahí, ir de excursión, de fiesta…
Pero sobre todo significaba volver a ver al chico que me gustaba. Que no sabía ni siquiera que yo existía, y que, como descubrí años más tarde, resultó ser bastante ególatra. Ay…pero cómo iban a decirme por aquel entonces nada negativo de ese chico si cuando pasaba por mi lado, la vida comenzaba a desarrollarse a cámara lenta, a mi alrededor flotaban corazoncitos y sonaba de fondo “It’s in his kiss”.

Junio es un mes que no sé muy bien cómo tomarme. Por un lado, se me hace eterno y agobiante; los temidos exámenes de fin de curso, la llegada de las notas, y, después de una ansiedad insoportable, la calma absoluta del fin de las clases.
Marea.
Ahora, la llegada de Junio supone más tiempo para mí, para dedicarme a mi novio, mis aficiones, para reflexionar. También buscar algún trabajo temporal que nunca llega. Más peleas en casa.
Más ganas de irme de la misma.
Más tiempo libre que finalmente me aburre y hace que desee que de nuevo llegue Septiembre, para así no tener tantas peleas, y poder estar agobiada con las clases de forma que no tenga tiempo que perder en cosas absurdas ni en reflexiones desquiciantes.

Soy un poco complicada.

lunes, 31 de mayo de 2010

Nos vamos a pique

Si es que lo estoy viendo. Nos hundimos. Venga, todos bajo el mar, junto al cangrejo Sebastián...
Al menos allí quizás no tengamos que preocuparnos por encontrar un trabajo medianamente bien pagado.
Tengo 20 años. Estoy estudiando para conseguir un título que a su vez me reporte un trabajo. ¿Para qué? No lo sé...ums...poder pagar un alquiler, hacer la compra, vivir sin necesidad de depender de nadie, ahorrar una boca que alimentar a mis padres, poder ir construyendo paso a paso mi vida, mi futuro. Que ya tengo edad, hombre.
Todas esas cosas extrañas que se nos pasan a los jóvenes hoy día por la cabeza. Ya ves tú qué juventud ésta. ¬¬
Estoy indignada. Todos los contratos que se nos ofrecen, contratos basura,¿los alquileres? 450€ mínimo (en una ciudad como Ávila) con sueldos de 500€ al mes.
Se crean nuevas categorías profesionales (un claro ejemplo, la mía) para poder satisfacer las demandas de las nuevas leyes, y resulta que, por ejemplo, para la ley de Dependencia no hay dinero. Ni un mísero céntimo. Profesionales recién salidos del horno, sin empleo, personas dependientes, sin ayudas económicas, sociales, y demás.
Maravilloso, voy a pasar de tirarme horas hincando codos, a engrosar las filas del paro.
Jóvenes sin un futuro asegurado, jubilados y personas dependientes con sus pensiones congeladas, padres de familia despedidos por una empresa sin escrúpulos que decide marcharse a Marruecos o Rumania en busca de mano de obra más económica, obreros luchando por dar de comer a los suyos...
Y, para luchar contra todo esto, al gobierno no se le ocurre otra cosa que subir impuestos, congelar pensiones, bajar sueldos, y modificar leyes que no vienen al caso para distraer la atención de asuntos más importantes...Estoooo, un momento, ¿en realidad estamos hablando de un gobierno de izquierdas?
"Política Social" dicen. Discúlpeme, señor presidente, pero la mejor política social que existe es la del empleo. Debería usted ingeniárselas para crear nuevos puestos de trabajo, ya vería cómo entonces la gente SÍ apoyaría su "política social".
¿Y qué hace el resto de partidos? Bueno, por supuesto no van a aportar ideas constructivas. ¿Para qué intentar poner de su parte, cuando pueden limitarse a poner verdes a los demás? Total, les pagan 6000€ al mes por quejarse, no por ser competentes.
Y es que quizás soy un poco cortita, puede ser, pero es que no me cabe en la cabeza que los políticos que cobran hasta 6500€ al mes, que sólo necesitan cotizar 7 años para recibir una jubilación (mientras que las personas de a pie deben cotizar 35 años), que se suben sus retribuciones en el porcentaje que les da la gana, que están exentos de tributar un tercio de su sueldo del IRPF, a esos mismos a los que pagamos los cochazos, tarjetas de crédito, viajes, comidas, etc tengan la cara tan dura de decir que estamos saliendo de la crisis, que todo va bien, que lo que pasa es que porque una semana no nos de para comer, ya lo estamos sacando todo de quicio.
No entiendo cómo hemos podido llegar hasta éste punto, en el que la izquierda actúa como la derecha más conservadora.
Solo hay una cosa clara: los políticos, banqueros, grandes empresarios, y demás, están encantados con la crisis. Total, para ellos significa más y más dinero ¿no?
Y a los demás que nos zurzan.
Nos hundimos, sí, y lo peor es que los que están a salvo son incapaces de lanzarnos un mísero salvavidas.

lunes, 19 de abril de 2010

Lo peor.

Soy lo peor...llevo casi dos meses sin escribir...
No me sale nada creativo y encima me está quedando una birria de blog...la verdad es que no se qué demonios hago que no le elimino...total, para hacer las cosas mal, es mejor no hacerlas.
Desmotivada, sin inspiración y mosqueada. Menuda mezcla.
Al menos nadie me lee, por lo que no tengo que preocuparme qué pensarán otros de esta basura.

domingo, 28 de febrero de 2010

Melancolía.

Hay que tener cuidado con los estados de ánimo depresivos, son un vicio.
He pasado un fin de semana maravilloso.No puedo quejarme de ningún momento vivido entre las 15:13 del Viernes y las 22:07 de hoy Domingo.
Él ha venido a verme y ha creado un mundo de color y dulzura solo para nosotros dos. Ha hurtado un breve periodo de tiempo a la vida, para regalármelo a mí.
Y huyeron los miedos, los ratos de tristeza, la rutina y los suspiros de desesperación.
Fueron sustituidos por las caricias, los besos y los abrazos, por la risa y las ganas de soñar despiertos.
Pero el sueño ha terminado de la misma manera que empezó: En el andén de una estación. De nuevo ha tomado un tren, y, pese a que se que volverá, no puedo evitar hundirme de nuevo.
Tengo la noche tonta. Por mucho que me he prometido a mí misma (y a él) que nada de llorar, unas lágrimas rebeldes afloran por mis ojos en los momentos más inesperados.
Me encuentro sin ganas de nada, haciéndome demasiadas preguntas y sin encontrar respuestas.
Tengo ganas de meterme en la cama, ocultarme bajo las sábanas y dormir, dormir y dormir hasta que de nuevo venga a verme. Y, pese a ello, no me queda más remedio que seguir despierta, continuar con la rutina de siempre, y esperar y esperar a que la vida nos conceda otro par de días juntos.
Creo que para soportar estas semanas voy a tener que perderme entre mis recuerdos, sumergirme en una realidad paralela, y alimentarme de los sueños y deseos que compartimos. Solo así podré llegar de una pieza a nuestro próximo encuentro.
Y mientras pienso en todo lo que hemos vivido juntos, y lo que aún nos queda por vivir, tres simples palabras vienen a mi cabeza...
GRACIAS...TE QUIERO.

jueves, 25 de febrero de 2010

Cris es una chica que no sale

Es verdad. No recuerdo la última vez que quedé con algunos amigos para ir por ahí, que salí de fiesta, o fui a hacer algo diferente.
Mi vida se está volviendo demasiado sedentaria, rutinaria, o qué se yo. Siento que, aparte de ir a clase y estar en casa estudiando, o leyendo o haciendo algo con el ordenador, no hago nada más.
Es cierto que mi novio y yo salimos a comer o cenar fuera con cierta frecuencia, o vamos al cine, pero para de contar.
Hace una eternidad que no paseamos por un parque, vamos a algún museo, alguna feria de libros...todo ese tipo de cosas que solíamos hacer antes. Cuando llegue el buen tiempo quizás...
Lo echo de menos. Es decir, no las discotecas, (no, por los Dioses, no las soporto) pero sí extraño el hacer algo diferente. Abandonar un poquillo mi rutina diaria...
En resumidas cuentas, vivir.
El problema es que no estoy tan aburrida como debería. Es decir, a estas alturas ya debería haber perdido la cabeza, cometido un homicidio, o escuchar voces que me dijeran que queme cosas...
Temo estar convirtiéndome en una anciana prematura.
Quizás estoy más relajada de lo que debería estar en mi situación por los libros. Cada vez que cojo un libro, mi mundo se transforma.
Un día soy un terrible pirata que recorre los siete mares sediento de sangre, ron y tesoros. Al día siguiente, una bruja que vuela en escoba, una princesa atrapada en un castillo, un asesino en serie o un caballero con armadura de hojalata.
Quizás son los libros los que aún me mantienen con un mínimo de cordura. La justa, eso sí.
¿Hago bien encerrándome en un mundo de imaginarios viajes y vidas ficticias, o por el contrario acabaré mis días como una bruja excéntrica que vive rodeada de gatos y lanza excrementos de canario a todo aquel que se acerque a la puerta de mi casa?

jueves, 11 de febrero de 2010

¿Cómo están ustedes?

De pequeña siempre quise conocer el circo.
Reír con los payasos, maravillarme con los acróbatas, divertirme viendo malabaristas y bailarines, asustarme con los domadores…
A mi ciudad llegaron varias veces algunas compañías circenses ambulantes. Cada año le pedía a mi madre que me llevara a ver el circo, pero nunca lo conseguí. Por eso, siempre que veía los carteles pegados a doquier por todas las calles de mi barrio, payasos repartiendo panfletos a la puerta del colegio, cuando oía la música que salía por los altavoces de los coches “El circo, niños y niñas, ha llegado el circo”, dejaba volar la imaginación.
Imaginaba una carpa de colores chillones, música alegre y divertida. Imaginaba unas gradas circulares, jaulas con tigres y leones, osos tocando la trompeta, payasos haciendo malabares, enanos bailando encima de elefantes, comefuegos, acróbatas jugándose la vida en el “más difícil todavía”, magos sacando conejos del sombrero y señores con gorritos graciosos repartiendo palomitas y frutos secos entre el público.
Me moría de envidia cada vez que algún compañero de clase me decía que había ido al circo. Yo preguntaba, ávida de conocimiento, deseando sentirme, aunque solo fuera por los relatos de otra persona, parte de ese mundo tan lleno de magia y color. Sin embargo, con el paso del tiempo, la esperanza, y la ilusión, se fueron evaporando poco a poco.
Y ahora, tantos años después, la ilusión ha vuelto. Y de una forma mucho más maravillosa de lo que nunca pude imaginar.
He podido ir al circo. Pero no solo como una mera espectadora, sino como una parte más de éste. He formado parte de un grupo de compañeros que hemos creado unas jornadas circenses para amenizar la tarde a las personas mayores de una residencia de ancianos. He pasado de querer ver un payaso a ser un payaso.
Allí estaba el domador con el fiero león, los acróbatas, los bailarines, allí había payasos. Unas cintas de colores estratégicamente colocadas sobre el escenario simulaban mi añorada carpa, y todo el mundo aplaudía, cantaba y sonreía.
Fue extraordinario. Yo formé parte de un trío cómico (“¡Con todos ustedes, los payasos Piki, Piti y Pon!”), realizamos un número de mímica que pretendía ser divertido. No se si lo logramos, pero a la gente le gustó.
Y, mientras otros compañeros actuaban, los payasos recorríamos las filas de sillas del público, saltando, bailando, y animando a la gente.
Habíamos preparado nuestro número con mucha ilusión y esmero, y esperábamos que todo saliera bien. Sin embargo, los nervios y el resultado me dieron igual. Me quedé con la parte más importante del circo, que es alegrar a las personas, sobre todo a aquellas que más necesitan una sonrisa y un poco de color en sus vidas.
Ver la ilusión en los ojos de los ancianos cuando me acercaba a saludarles, cuando sonreían si les daba la mano, y aplaudían si me ponía a bailar ante ellos. Bailar con los niños que habían acudido a ver la función con sus abuelos. Sacarle alguna que otra carcajada al público.
¿Qué más da que la peluca me picara horrores, se me cayera la nariz, pasara un calor agobiante y al llegar a casa me costara sangre y lágrimas quitarme todo el maquillaje y la brillantina? Todo eso mereció la pena, pues fue uno de los mejores días de mi vida.
Por fin, he ido al circo.

sábado, 6 de febrero de 2010

Manifiesto “En defensa de los derechos fundamentales en internet”

Triste tener que decir que aquellos que en teoría deberían proteger nuestro trabajo, y velar por nuestros derechos, son los mismos que nos encadenan, el lastre que nos impide comunicarnos, expresarnos libremente, ejerciendo nuestros derechos. En definitiva, son aquellos que nos impiden crecer. Me veo en el triste deber de publicarlo. Porque nos afecta a todos, no solo a los bloggers, profesionales, usuarios de Internet...¿Qué será lo próximo? Es mi pequeño grano de arena, a favor de la libertad de expresión, ya que la cultura, es un derecho de todos.

"Manifiesto En defensa de los derechos fundamentales Internet:
Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de Internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que:

1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.

2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.

3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.

4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.

5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.

7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.

8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.

9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.

10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia."

jueves, 21 de enero de 2010

Acantilado.

Me siento al borde de un acantilado…
Ante mis ojos puedo ver la gran altura del precipicio, lo peligroso que es acercarme, la gran caída que presenta.
Ante mi se encuentra un mar embravecido, furioso, y unas rocas picudas y mortales, que desean que me lance contra ellas…desean ver mi pecho atravesado por sus vértices, mi sangre estigmatizando el mar…
Y, detrás mía hay un castillo de altos muros, una fortaleza que me ofrece resguardo y protección. En su interior, brilla una cálida luz, alguien ha encendido una hoguera en su interior. Puede que alguien me esté esperando.
Se desata una tormenta, la lluvia comienza a resbalar por mi piel, empapando mis ropas, enredando mi cabello, helando mi corazón.
Debo tomar una decisión…y hacerlo con rapidez: ¿Me encamino hacia el amparo del castillo, hacia la luz, o me arrojo al abismo?

domingo, 17 de enero de 2010

A veces

Algunas veces soy alegría.
Otras, melancolía.
Hay días que río, días que lloro.
A veces soy un huracán furioso.
Otras veces soy paz.
Hay cuando me da por dejarme llevar por la ira.
En otras ocasiones, hasta me río de mi misma.
Hay momentos en los que me siento triunfal.
En otros, el ser más miserable del mundo.
Hay noches en las que soy una gatita.
Otras, en las que me convierto en una tigresa.
Cuando me levanto, puedo ser una belleza.
O una afrenta para la vista y la cordura.
Algunas veces bromeo.
Otras, hago mucho daño.
Siempre estoy loca de atar…
…Y nunca en mis cabales.
Suelo tener ataques de inmadurez.
Y momentos de sensatez.
Algunas veces soy creativa.
Otras, desesperantemente mediocre.
Puedo ser muy despistada,
O tener muy buena memoria.
A veces estoy ciega.
Y otras, sorda.
Sea como sea, soy Cris, soy de verdad, voy a luchar...y a triunfar. Más vale que os lo creáis.

viernes, 15 de enero de 2010

Por fin, Viernes.

Pues eso mismo. Por fin ha llegado el fin de semana. He llegado a él agotada y con un ataque de migrañas,pero entera, al fin y al cabo.
Debo decir que ésta semana se me ha hecho más larga de lo que desearía. Las clases me han resultado menos interesantes de lo que esperaba, aunque menos extresantes de lo normal.
Se suele decir que la mejor vida, es la del estudiante. Y sí, debe ser verdad, porque somos quienes más períodos vacacionales tenemos, y, aunque nuestra responsabilidad es estudiar y aprobar (lo cual nos lleva a semanas críticas de extrés, agobios, insomnio, y desmayos varios), no es nada comparado con tener que matarse doce horas diarias a trabajar para dar de comer a tu familia.
He dicho que soy estudiante, pero en ningún momento he comentado qué es exactamente lo que estudio. Estoy en un ciclo de FP, Atención Sociosanitaria. Básicamente me estoy preparando para poder atender y cuidar a personas con dependencia (personas mayores, enfermos crónicos, enfermos mentales, personas con discapacidad, etc). Comencé el curso muy ilusionada, llena de nuevas expectativas y proyectos en mente, feliz con la decisión que había tomado. Son unos estudios con una gran demanda profesional, debido a la reciente Ley de Dependencia que el gobierno ha creado, se enfocan en trabajo sanitario y social, y, aunque duro, y a veces muy deprimente, tiene que ser realmente gratificante poder hacer algo por los demás.
Sin embargo, los últimos dos meses no me siento muy motivada, y me noto bastante frustrada. No paro de cuestionarme mi capacidad para ejercer un trabajo con una responsabilidad tan grande como es ocuparse de quien no puede hacerlo por sí mismo. Soy demasiado empática, y ver las situaciones tan duras que sufren esas personas...en clase nos advierten "Debéis separar lo profesional de lo personal. No podéis ir de una depresión a otra". Y últimamente no se si sería capaz de hacerlo.
Entré en éste curso porque me gusta, pero no estoy segura de que sea algo vocacional.
Para mí, la vocación verdadera, son los libros. Imaginar historias, vivir cientos de vidas cada vez que creo un nuevo personaje, viajar alrededor de éste mundo y de otros creados por mí...
Eso es la vocación para mí.
Pero soy joven, y necesitaba hacer algo con mi vida. Necesito independencia, necesito libertad, necesito un espacio para vivir mi propia vida...y eso solo puedo conseguirlo, al menos de momento, con un trabajo que me permita emanciparme.
Sin embargo, últimamente me acecha el miedo. No quiero verme atrapada en una vida que en realidad nunca deseé, dedicándome a algo que me haga infeliz...porque, lógicamente, necesito tener algo por si no consigo consagrarme como escritora ¿no?
No se qué me sucede, pero me encuentro llena de inseguridades. Quizás es algo normal pensar que no estás haciendo lo correcto, quizás no es extraño sentirse un poco perdida en algún momento de tu vida.
Sentir...que tus sueños se escapan poco a poco entre tus dedos, que pese a que los sientes tan cerca de ti,al alargar la mano no consigues rozarlos.

jueves, 14 de enero de 2010

Vergüenza ajena

Hoy es uno de esos días en los que me avergüenzo de la raza a la que pertenezco. Porque me doy cuenta de cómo es la gente, y de lo que son capaces de hacer las personas con tal de obtener un poco de atención.
En vez de dedicar su tiempo en hacer algo constructivo, en planificar su vida, en hacer de éste un mundo un poco más agradable en el que vivir, en vez de eso, se dedican a atacar y pisotear.
¿Cómo es posible que la gente se decante por la crueldad, el chisme, la humillación hacia los demás?
El camino fácil, que dirían algunos. ¿Fácil? ¿Es la maldad tan fácil como la pintan? Sinceramente, tengo mis dudas al respecto.
A mí, personalmente, me resulta más sencillo decir una palabra amable que lanzar una mirada asesina, y la simple idea de calumniar a alguien que tiene un buen corazón, que jamás enjuicia a los demás, me parece repulsiva.
Me siento decepcionada con la mayoría de las personas que me rodean.
Sé que no se puede hablar, ya que todos tenemos defectos, pero la crueldad, por suerte, no es uno de los míos.
Y es que es asombroso cómo somos capaces de proyectar nuestros miedos e inseguridades hacia los demás para sentirnos mejor.
¿Tienes complejo de inferioridad? ¡Insulta a tu amiga!
¿Te ves gorda? Nada, mujer, llama foca a tu vecina de enfrente.
Si tu problema es que opinas que tu inteligencia es, lo que se diría, nula, simplemente, inventa un rumor acerca de que ese chico tan tímido de clase, sufre una discapacidad intelectual severa.
Y es que, ¿para qué vale la autoestima? ¿De qué sirve el autoconocimiento, comprender y aceptar nuestras virtudes y límites, cuando agrediendo a otro se solucionarán todos los problemas de un plumazo?
Veréis, voy a desvelar un secreto.Aunque a alguno le choque, llamar feo, gordo, o tonto a una persona, no te hará ser más hermosa, más delgada, o más inteligente.
Sin embargo, procuro pensar que en realidad existe esa mujer con los ojos vendados y una balanza en la mano, esa mujer llamada Justicia, que pondrá a cada uno en su lugar.
Quiero creer que la vida, te devuelve, de una forma u otra lo que das, y, que todo el bien o el mal que alguien haga, antes o después, le será devuelto.
Ésta vez no me ha sucedido a mí, no soy yo a quien atacan, pero me sigue repateando igual.
Quien se pica, ajos come, y yo, hoy, estoy muy picada.

miércoles, 13 de enero de 2010

Frío

Es como puede definirse el día de hoy.
Hoy no me siento nada creativa, ni con ánimos de escribir. Quizás han sido las dichosas jaquequas, que me han tenido toda la tarde "chof". Incluso ahora mismo sigo notando los pinchazos en la zona derecha de mi cabeza.(Ahora que medito sobre ello, quizás la cabeza me duele con tanta frecuencia porque pienso demasiado, y demasiadas tonterías).
Odio no estar inspirada. El asunto es que se me ocurren ideas, muchas, en realidad, historias que se que con un poco de imaginación y dedicación, serían buenas, sin embargo...no logro desarrollarlas.
Me siento tan vacía, tan insulsa y mediocre, que no puedo evitar deprimirme, sentir que no merezco ni siquiera aspirar al título de escritora.
Ésta entrada es pura basura (perdón por la expresión) así que mejor paro antes de liarla más.
Ale, me voy a por chocolate.

lunes, 11 de enero de 2010

Pues aquí estamos.

Acabo de crear mi nuevo blog. Esta es la primera entrada que escribo, y si he de ser sincera, no sé muy bien qué poner. Como no se puede llegar a un nuevo lugar y no presentarse, creo que lo correcto sería hablar un poco de mí (solo un poco :P).
¿Quien soy? Soy Cris. Tengo veinte años y la cabeza en las nubes. Tengo algunas virtudes, como por ejemplo mi buena memoria, mi capacidad para escuchar, para imaginar o para sacar de quicio a mi madre.
Pero también tengo defectos, y el que últimamente no para de pincharme y torturarme es que soy un desastre. Me refiero a que soy de ese tipo de personas que se proponen algo y pocas veces lo consiguen, más por desidia que por otra cosa. Soy de esas que comienzan un proyecto y pocas veces lo terminan, o que se la ocurre una idea genial y es incapaz de llevarla a cabo. ¿Veis? Soy terrible.
Otro de mis problemas, que muchas veces me siento incapaz de luchar por un sueño.
Y así, sin apenas darme cuenta, voy acercándome a lo que en principio es el motivo principal por el que he creado este blog, al objetivo que persigo.
Para empezar, quiero demostrarme a mí misma que puedo ser constante con algo,que no tengo por qué dejar tirados todos mis proyectos.
Mi meta es ser escritora, y si no lo consigo,(nótese mi característico pesimismo), al menos me quedará el consuelo de tener un blog, que es lo más parecido que existe a publicar, al menos tendré algún lector.
Y aunque supongo que a nadie le interesarán las divagaciones de una veinteañera medio pirada que intenta enderezar su vida rumbo a un futuro con el que siempre soñó, quizás me sirva para desahogarme.
Quiero que este blog sea, por así decirlo, mi cuaderno de bitácora, en el que anotar mi humor diario, los vientos que reinan cada día, el rumbo que voy tomando en este viaje hacia el mundillo de la literatura, cuyo puerto, por cierto, encuentro muy muy pero que muy lejano, tanto, que solo aparece en mis mapas de navegación.