domingo, 30 de enero de 2011

Y una vez más....


112 kilómetros me alejan de tus besos, de tus caricias y de tu sonrisa.
Ahora mismo, un tren regional recorre unas vías nevadas, llevándote lejos, donde no puedes abrazarme para hacerme sentir un poquito mejor.
Cada vez llevo peor esto de la distancia, y cada vez es más dolorosamente real el hecho de que aún estamos bastante lejos de ese día en el que no vuelvas a tomar un tren de vuelta.
Pero esta distancia no tiene fuerza suficiente para quebrar un amor que dura ya cerca de cuatro años. Una relación que ha sido capaz de fortalecerse en los momentos más duros.
Y es que, somos como un fénix, renacemos de nuestras cenizas.
Una vez me preguntaste si querría que las cosas fueran diferentes. No, amor, no diferentes, pero sí más fáciles.
Ojalá hoy puediera darte las buenas noches en persona, y no a través de un teclado. Que escucharas mis te quiero mientras te miro a los ojos y no susurrados al auricular de un teléfono.
Y es que, alejarme de tí es como caer en un sueño tan profundo que aparenta ser muerte, despertando de nuevo a la luz y a la vida cuando vuelvo a estar entre tus brazos.
Querría decirte mil cosas más. Todo lo que me haces sentir, por ejemplo. Pero hoy, no tengo fuerzas para más que para un sincero:
Te quiero.
Con todo el amor que se puede enviar a través de un blog....
-Tu brujita-