Me vuelvo a mi refugio, a mi guarida.
A mi mundo de fantasía.
Regreso a mi remanso de paz.
Me voy donde no pueden verme, gritarme, donde no tengo que sufrir el mal humor ni las ganas de hacer daño de otros.
Donde no tengo que llorar por quien no lo merece.
Al lugar donde no pueden encontrarme.
Me monto en mi barco pirata, y llego al lugar de donde sólo yo tengo la llave. Donde entra solo quien de verdad significa algo para mí.
Dejaré que me haga daño sólo quien yo lo permita, sólo quien me importa y a quien quiero, tiene ese privilegio.
Voy a traspasar la frontera de los dos mundos, el vuestro y el mío, dejando atrás todas esas cosas negativas que habéis depositado en mí. Atrás quedan los ignorantes, los egoístas, los que solo saben hacer daño. Atrás queda el dolor, la desazón y los malos momentos.
Porque tengo algo que jamás podréis tener, que jamás me arrebataréis.
Regreso a ese lugar que es completamente mío. De nadie más.
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